lunes, 20 de febrero de 2012

Sangre

Noche cerrada. El fragor de la tormenta azotaba con fuerza los cimientos del castillo, haciéndolo retumbar. Los violentos resplandores de los relámpagos acuchillaban con violencia el cielo nocturno. Su luz se colaba a través de los ventanales desprovistos de cristales. La lluvia caía pesadamente sobre el suelo de alquitrán. El viento azotaba con furia los raídos cortinajes de terciopelo rojo que cubrían una de las ventanas del torreón más alto. El tronar de la tormenta no acalló la melancólica voz de un reloj de pie profiriendo su melódico lamento por cuatro veces. El silbido del viento se encargó de llevarse lejos el lúgubre sonido. Con esfuerzo abrí la tapa de mi negra prisión y refugio, donde he permanecido durante mucho, mucho tiempo. Es la hora. La hora de volver al mundo. Esta noche lo que está muerto caminará con los vivos. Y puede que quizás tenga más vida que ellos.

Lo noto, está ahí. La maldición eterna, la condena, siempre con sed, dolor candente y pulsante en la profundidad de mi garganta, en un punto indeterminado. Mis aguzados incisivos se despliegan, clavándose ligeramente en el labio inferior.

Durante mucho tiempo he intentado mezclarme, ser una más, a pesar de saber que era distinta. El mundo lo era todo para mí. He buscado durante incontables siglos su aceptación, su aprecio, su amor incluso. No he recibido más que rechazo y traición. Este pensamiento me ha estado rondando durante mi encierro voluntario. No me oculté para protegerlos, no. Me oculté para protegerme a mi misma de su maldad premeditada, su crueldad hacia lo que es diferente. Pero eso se acabó. Asumo que soy diferente con orgullo, no quiero ser como ellos. No me pondré nunca más a su nivel. He contenido mi verdadera naturaleza durante demasiado tiempo, los he protegido de mi abrasadora sed. Pero ahora, pensé mientras me pasaba la punta de la lengua por el filo de mis agudos colmillos, ahora el mundo no será para mí más que mi coto de caza…

La tormenta seguía golpeando la fortaleza con fuerza, como si quisiera derribarla. Una sombra alzó el vuelo desde el torreón más alto de un castillo en ruinas que debió ser majestuoso en su época. El reloj dejó escapar cinco lamentos, rápidamente apagados por el fragor del viento.

Kira =^.^=

''Cuando yo nací como sombra entré a tu vida
El lado oscuro de tu sol llegó.
Cada día es el pecado es más profundo en tu corazón.
Almas gritando, cada vez más.
Ven a mí como un cuchillo en mi piel.
Pero yo no puedo morir, nunca muero.

Por mi sangre ahora eres libre
Como un grito que te hace volar
Símil de sueños y volando como un ángel
Pero caemos siempre en el infierno, en el infierno

Huyo, la caída de tener otro amor
Sigo mi camino, el fuego quema mi deseo
Cada lágrima que voy a llorar
Todos los días que voy a morir
Con mi sangre puedes sobrevivir
Y vivir para siempre en el infierno.

- Overdream; The vampire -

No hay comentarios:

Publicar un comentario