Fue un te quiero lanzado, inesperado, sorpresivo, fugaz. Fue bonito, vergonzoso, con ojos huidizos mirando al suelo empedrado. Un te quiero plagado de sonidos y silencios, de trinos de pájaros y de crujir de ramas mecidas por el viento, el sonido del agua cantarina al caer de la fuente, los críos gritando tonterías a lo lejos. Fue azar, más allá de la coherencia, de la confusión, del espacio, del tiempo, del día, de la noche, de la luz, de la oscuridad, de mente, de espíritu. Fue lo más hermoso, imborrable por siempre jamás. Y lo mejor, lo mejor fue…
Tu voz diciéndome que tú también.
Kira =^.^=
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