lunes, 1 de julio de 2013

El último vals

Oh amor, venga, concédeme un vals. ¿Dónde? Pues aquí, aquí arriba, donde todos flotamos [1]. ¡Qué delicioso baile de máscaras! Vaya chica, parece que la llevas demasiado apretada. Cuidado chico, esa te queda demasiado grande. ¡Qué falta de protocolo!

Vamos mi amor, entremos. Um, ¿preguntas por la razón de llevar máscara? Pues verás, aquí arriba, donde todos flotamos, hay que entrar disfrazado con máscara, es conditio sine qua non. ¿Quién impuso esa norma? No lo sé, es bastante absurda, pero quiero bailar contigo.

La levedad, una curiosa característica en nuestros pies, como un breve cosquilleo. ¿Todos flotamos aquí arriba o nos hundimos? No lo sé, no sé ya dónde es arriba dónde abajo. De todas formas, el eco resonante de las risas alegres dispersa cualquier pensamiento posible. Oh venga amor, no te hagas de rogar más, concédeme un vals.

La música suena, la orquesta toca un dulce son sin cesar, tus dos manos en mi talle y las mías en tus hombros, ¡Es fácil! Un, dos, giramos y giramos, los vellos se erizan, que dulce sensación. Un, dos, giramos y flotamos, que marea de sensaciones y color.

¡Uy! Lo siento mi amor, sabes que nací con dos pies izquierdos. El carrillón suena feliz, el tronar de su vozarrón expande por la sala once llamadas broncíneas. Y todos bailan, todos bailamos, sonrientes sus máscaras resplandecientes, tus manos sobre mi talle y las mías sobre tus hombros, aquí, aquí arriba, donde todos flotamos.

Eh, no te acerques chica, tu perfume no logra disimular del todo el olor de podredumbre que exhalas. Quita tus zarpas de ahí, chico, sólo él me puede tocar. El compás es abrumador y cálido, giramos en amplios movimientos amapolados, entre perfumes y champán, hipocresía y mentiras, semejante amalgama hábilmente entrelazada por una perversa mano invisible.

Oh amor venga, concédeme un último vals esta noche, sé que quieres, veo brillar tus ojos tras la máscara. Ciñe mi talle con dulzura y bailemos con pasión, enseñémosle a estos pusilánimes bailarines como se flota aquí, muy arriba. Oh amor, no, hacia allí no, protégeme de la chica agusanada, del chico baboso, de la chica de la máscara eterna y del chico de la máscara holguera. Ya mismo, ya mismo vendrá ÉL y nos tendremos que quitar las máscaras, todo esto acabará, así que concédeme este último vals, por favor.

El embrujo se rompe repentinamente con las doce funestas campanadas del alegre carrillón. ¿Lo sientes? Ya está aquí, donde todos flotábamos, está entre nosotros. La Muerte Roja [2] ya está aquí y las máscaras caen, las máscaras se hunden, junto con nosotros. Siempre nos hemos estado hundiendo, pero ya no sabíamos donde era arriba y donde era abajo.

Oh amor, nunca me ha gustado mucho esta fiesta, preferiría estar contigo a solas. Huyamos de aquí a un lugar donde ÉL no exista, donde no nos hundamos más, donde podamos bailar a solas toda la noche entre el cálido perfume de los cerezos.

[1] Referencia a It de Stephen King
[2] Referencia a La Máscara de la Muerte Roja de Edgar Allan Poe

Kira

'' Baby, won't you dance with me to the night
to the serious moonlight
Brighter than the stars above you shine
And the loving feels alright
Give me the moment that the world won't need''

- The 69 Eyes; Dance d'amour - 




No hay comentarios:

Publicar un comentario